Despegue New York
Piccard sigue la senda de Lindberg a través del Atlántico
El explorador suizo Bertrán Piccard, despegó esta mañana a bordo del avión Solar Impulse 2, en un intento de cruzar el océano Atlántico, desde New York hasta Europa, en la que es la 15a etapa de su viaje alrededor del mundo, conjuntamente con su compatriota André Borschberg. Se espera que Piccard aterrice en Sevilla, tras al menos 90 horas de vuelo.
Nueva York (Estados Unidos) - Si las condiciones climáticas para este vuelo experimental se mantienen favorables, Piccard hará, en líneas generales, la misma ruta que siguió el pionero americano Charles Lindbergh en 1927, cuando se convirtió en el primer hombre en volar en solitario y sin escalas a través del Océano Atlántico. El avión, de nombre Solar Impulse 2 (Si2), está completando un importantísimo vuelo alrededor del planeta para mostrar las posibilidades de las energías renovables. Propulsado enteramente por la energía recogida en sus 17.000 células solares, esta empresa se completará sin usar una sola gota de gasolina. En su momento, Lindbergh necesitó alrededor de 1.800 litros de combustible. Piccard dio la siguiente entrevista, antes de salir de Nueva York.
Pregunta: ¿Por qué es tan importante para usted cruzar el Atlántico?
Respuesta: Conocí a Charles Lindbergh cuando tenía 11 años, en Cabo Cañaveral (Florida), en los días en que se lanzó el Apolo 12. Lindbergh era la personificación de lo que antaño era ser un verdadero explorador, alguien que cambió el mundo de la aviación, y su travesía del Atlántico siempre me inspiró. Crucé este Océano en 1992, cuando gané la primera Carrera Transatlántica a Globo, logró que repetí en 1999, durante mi viaje sin escalas en globo alrededor del mundo. Esta será la tercera vez que lo cruzar sin parar, algo que tengo muchas ganar de realizar, y más a bordo de una máquina tan importante como el Solar Impulse.
P: ¿Quién más le ha inspirado a llevar a cabo esta empresa?
R: En parte mi abuelo, quien realizó en su día vuelos estratosfèricos y travesías en submarino, una de las cuales le llevó a la Fosa de las Marianas, la más profunda del planeta. En su día, también conocí a diversos astronautas del Programa Espacial de los Estados Unidos, que me inspiraron a encontrar nuevas maneras de abrazar lo desconocido. Empecé a volar con ala delta a los 16 años, fui uno de los pioneros de vuelos con ultraligeros en Europa y, como he comentado antes, completé el primer vuelo alrededor del mundo en globo, sin escalas. Ahora, cruzar el Atlántico es un sueño hecho realidad .
P: ¿Por qué está tan interesado en seguir su ruta desde Nueva York hasta Europa, con su avión?
R: Los vuelos transatlánticos siempre han probado la capacidad y resistencia de las máquinas que se han usado -aviones, globos, barcos de todo tipo, etc-. El volar con una nave propulsada con energía solar, es algo nuevo que tenemos muchas ganas de conseguir.
P: ¿Cuál es la principal diferencia entre su vuelo y el de Lindberg?
R: Es un vuelo completamente diferente, en el sentido de que no voy a utilizar ni una sola gota de combustible en el Si2. Este es un ciclo enteramente nuevo de la aviación. Cuando Lindberg voló a través del Océano Atlántico, nadie sabía si su empresa tendría éxito. Ahora, con un avión propulsado por energía solar y que prescinde completamente del combustible, también se considera algo imposible. Por ello, ¡debemos intentarlo!
P: ¿Cuál es el objetivo de su vuelo a través del Atlántico, y alrededor del mundo?
R: Lo que fue interesante acerca del viaje de Lindbergh fue que él volaba con la esperanza de abrir una nueva ruta comercial en el tráfico aéreo de la época. Tras su vuelo a París, se convirtió en alguien tan famoso que ayudó a abrir diversas rutas comerciales y aeropuertos, en distintos lugares que ni tan siquiera estaban planeados. Mi objetivo con el Solar Impulse 2 no es abrir rutas comerciales, sino mostrar todo el potencial de desarrollo que tienen las energías renovables. El objetivo de esta misión es el progreso y la innovación. Lo que de veras quiero hacer es dar un gran impulso a la implementación de las energías renovables, para mejorar este mundo.
P: ¿Qué más espera conseguir volando en solitario en un avión propulsado por energía solar, entre Europa y América?
R: Hay un aspecto simbólico extremadamente importante, en volar a través del Atlántico. El Nuevo Mundo ha sido, históricamente, una destinación para gente del Viejo Mundo. Durante cientos de años, la gente cruzaba el Atlántico hacia Estados Unidos y otros lugares del Nuevo Mundo, con la esperanza de tener una vida mejor. Pero el ‘Viejo Mundo’, hoy, no es un continente, sino un lugar que utiliza la tecnología antigua y contaminante, basada en el petróleo y las emisiones de dióxido de carbono. El ‘Nuevo Mundo’, hoy, es el que usa las energías renovables y limpias, y que respeta el medio ambiente. Este vuelo es un símbolo, un puente de unión entre el ‘Antiguo’y el ‘Nuevo Mundo’. Esta misión mostrará al planeta que podemos entrar en el ‘Nuevo Mundo’ de las tecnologías limpias.
P: ¿Qué nos puede decir acerca de su ruta, cuanto crees que puede tardar en completar ese vuelo?
R: Seguiré el camino de las corrientes del golfo, exactamente siguiendo la misma ruta que mi padre (Jacques Piccard) hizo en en un submarino que el mismo construyó y que viajó por la costa este de Estados Unidos, en 1969, desde Florida a Nueva Escocia. La fecha de salida dependerá de las condiciones climáticas. Estamos preparados para volar a aeropuertos de Irlanda, Francia, Portugal, España e, incluso, Marruecos. Volaré a una altitud aproximada de 9000 m, y seré capaz de ver y oír a todos los aviones transatlánticos que vuelen hacia un lado o hacia el otro, por encima de mí, a una distancia de unos 10.000 a 12.000 m sobre el nivel del mar. Debido a que el Solar Impulse es un avión silencioso, podré oír a otros aviones que estén en ruta. Dependiendo de los vientos de cola, este vuelo durará entre cuatro y seis días. Haré diversos ejercicios en el habitáculo para mantenerme alerta, y echaré cabezadas de no más de 20 minutos, ayudado por el sistema de control automático de la nave, y por las técnicas de auto hipnosis que aprendí cuando era médico.
Entrevista realizada por Eric Kirschbaum
Fotografías gratuitas sólo para uso editorial: Jean Revillard para Global Newsroom